Frankenstein
Mirna Arenas
Salgo a buscar la materia prima
voy a las romerías.
Ahí están, colgadas en ganchos
sobre camitas de hierbas.
Con pieles de todos colores,
acentos distintos,
vocablos corrientes,
miradas sin rumbo fijo.
Pretenden entender el amor,
el amor, que en ellas, se mira hueco,
sabe a rancio
huele a humedad incomoda
Pero ahí están.
Formaditas con los colmillos afilados,
y, ahí estoy, dando largos paseos… observando.
Las toco, aprieto su maduración,
les provoco con preguntas,
escucho su inteligencia.
No se salva mucho,
de esta, tal vez me lleve este centímetro de piel
de aquella una pestaña.
Pago con la moneda de la condenación, regreso a casa.
Pongo en la mesa la bolsa de mis compras
Saco el telar,
me pongo los lentes,
hilvano mis adquisiciones.
Cómo sabes,
bordo pedazos de mujeres,
para construir algo que se parezca a ti,
Mañana, es domingo…



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